Breedlove’s January featured artist Alejo Leon backs Latin metal pioneer Ricardo Iorio
(This article is available in Spanish below).
In his recently published memoir, Confess, fabled Judas Priest vocalist Rob Halford waxes poetic about the ferocious ardency of South American heavy metal fans.
Brazil, of course, has long had an epic metal presence, with international flagbearers in Sepultura, but further south, Argentina, too, has proven a hotbed, and few stars shine as bright there as Latin metal pioneer Ricardo Iorio, founder and bassist of V8, Hermetica and Almafuerte.
21-year-old Alejo Leon scored the six-string chair in Iorio’s current combo the old-fashioned way, through sheer skill and commitment. Dude can play.
He blames Kiss.
“My first musical memory is when I was three years old,” Leon chuckles, “watching a Kiss DVD while playing air guitar. I didn’t have a guitar in my hands, but I was clearly drawn to the instrument.”
Leon, who began playing seriously only eight years ago, riffs righteously behind Iorio, but the master also gives the young lion an extended solo spotlight in each show, allowing him the unfettered opportunity to display his prodigious talents.
For that moment, Leon, Breedlove’s Featured Artist for January, sets the electric aside and dons an acoustic to dazzle the masses.
His showpiece is something special, with Leon often interpreting past Iorio compositions as well as tangos by heroes Carlos Gardel and Astor Piazzolla.
“The acoustic section is my favorite part of the show,” Leon smiles. “I get to expand and explore without limitation for 10 to 15 minutes. I’m alone out there with my Breedlove, and it really creates an intimate moment with the audience. They become singers and protagonists, performing songs together. It really is a beautiful thing to be able to connect with the public in that way. It’s a magical moment for me every time.”
Like many phenoms, Leon doesn’t feel like he had much choice in the matter of becoming a musician for life.
“The guitar chose me,” he says simply. “I grew up surrounded by instruments. One boring day at home, without knowing how to entertain myself, I saw, in the corner, an open guitar case. I started in with it and I’ve never stopped.”
Leon took a few lessons with noted teacher Gaby Soule, but is mostly self-taught, folding in much of what he heard around him as a child.
One of the hallmarks of Latin metal is its embrace of cultural forebears in addition to the protean influence of trailblazing British and American acts.
“At home,” Leon says, “I heard several genres of music. At first, I was only attracted, in general, to rock and roll. As time passed, I found myself more interested in indigenous Argentinean music, which, due to our rather extensive geography, is quite varied depending on individual locales.”
“Argentinean Metal,” he continues, “has a strong connection with folklore and tango, both musically and lyrically. The lyrics describe our own landscapes and social problems and enhance national identity and our love for family and friends.”
As noted, Leon‚ a fan of Almafuerte mentor Claudio Marciello, former Megadeth monster Marty Friedman and Dorje’s Rabea Massaad, is proficient on electric and acoustic, fully recognizing they are different animals.
“The electric,” he says, must constantly be controlled. “Acoustics have a warmer, more pleasant, nuanced sound, and you work for the energy.”
For his solo excursions, Leon, who plays both Breedlove Discovery and sustainable Organic Collection Concert models, eschews pedals and effects.
“I go straight from the guitar into the PA, maybe a little bit of reverb from the house engineer, depending on the stage.”
Leon came across Breedlove when he was searching for the right axe to play onstage with Iorio.
“I was looking for a quality guitar and I was lucky enough to try all kinds of brands, some of them quite legendary. But when I tried a Breedlove for the first time, I quickly fell in love. I immediately noticed a difference. Its comfort and dynamics, its sound and beauty, make it very special. It’s a guitar one feels perfectly connected to, allowing you to flow easily and musically.”
Argentina, at the foot of the continent, lies below the mighty Amazon rainforest, but Leon says he is always conscious of the environment and his connection to it.
“Nature has given us beautiful instruments. We must learn to take care of it in return.”
Joven argentino prodigio del metal es el destacado de Breedlove
El artista destacado de Breedlove en enero, Alejo León, toca para el pionero del metal latino Ricardo Iorio.
En su memoria recientemente publicada, Confess, el afamado cantante de Judas Priest, Rob Halford, se deshace en elogios sobre la feroz calidez de los fanáticos sudamericanos de heavy metal.
Brasil, por supuesto, ha sabido cultivar desde hace tiempo una épica presencia metalera, con representantes de renombre internacional como Sepultura; pero, más al sur, Argentina también ha demostrado ser tierra fértil y pocas estrellas brillan tan fuerte como el pionero del metal latino Ricardo Iorio, fundador y bajista de V8, Hermética y Almafuerte.
Alejo León, un joven de 21 años, alcanzó el puesto de guitarrista en el proyecto actual de Iorio a la vieja usanza: a puro compromiso y capacidad. El muchacho puede tocar.
Culpa a Kiss por ello.
“Mi primera memoria musical es de cuando tenía tres años”, nos cuenta León entre risas, “miraba un DVD de Kiss mientras tocaba una guitarra imaginaria. No tenía una guitarra en la mano, pero claramente me fascinaba el instrumento”.
León, que comenzó a tocar seriamente hace solo ocho años, toca riffs respetuosamente detrás de Iorio, pero el maestro también le cede al joven León el escenario para un solo extendido en cada show, dándole la oportunidad de mostrar su prodigioso talento.
En ese momento, León, el artista destacado de Breedlove en enero, deja la eléctrica a un lado y toma una acústica para deslumbrar a las masas.
Su momento de fama es algo especial, allí es cuando León a menudo toca antiguas composiciones de Iorio y también tangos de los aclamados Carlos Gardel y Ástor Piazzolla.
“La sección acústica es mi parte favorita del show”, dice León con una sonrisa. “Me deja expandirme y explorar sin límites durante 10 o 15 minutos. Estoy ahí arriba con mi Breedlove y realmente crea un momento íntimo con la audiencia. Ellos se convierten en cantantes y protagonistas, tocamos canciones juntos. Es algo realmente hermoso ser capaz de conectar con el público de esa manera. Cada vez que eso ocurre es un momento mágico para mí”.
Al igual que otros genios, León no siente que tuvo mucha opción a la hora de convertirse en un músico de por vida.
“La guitarra me eligió a mí”, declara con simpleza. “Crecí rodeado de instrumentos. Un día aburrido en casa, sin saber qué hacer para entretenerme, vi, en un rincón, un estuche abierto de guitarra. Empecé así y nunca paré”.
León tuvo un par de clases con el notorio maestro Gaby Soule, pero fue mayormente autodidacta, combinó mucho de lo que escuchaba a su alrededor cuando era un niño.
Una de las características especiales del metal latino es su combinación de precursores culturales con la versátil influencia de las bandas inglesas y estadounidenses pioneras.
“En casa”, explica León, “escuché muchos géneros musicales. Primero, solo me gustaba, en general, el rock and roll. A medida que pasaba el tiempo, me di cuenta de que me interesaba más la música indígena argentina que, debido a la extensión geográfica de nuestro país, es bastante variada dependiendo de cada lugar”.
“El metal argentino”, dice, “tiene una fuerte conexión con el folclore y el tango, tanto en lo musical como en la letra. Las letras describen nuestro propio entorno y problemas sociales y refinan nuestra identidad nacional y nuestro amor por la familia y amigos”.
León, como ya mencionamos, es un fanático del mentor de Almafuerte, Claudio Marciello; del ícono de Megadeth, Marty Friedman, y de Rabea Massaad de Dorje. El joven músico tiene grandes habilidades con la eléctrica y la acústica y reconoce sin problemas que son animales distintos.
“La eléctrica” nos cuenta, “hay que controlarla constantemente”. “Las acústicas tienen un sonido más cálido, más agradable y refinado, y uno trabaja para la energía”.
Para sus excursiones en solitario, León, que toca la Breedlove Discovery y el modelo sostenible Organic Collection Concert, evita las pedaleras y los efectos.
“Voy derecho de la guitarra al sistema de PA, tal vez incluyo un poco de reverberación del ingeniero de sonido, dependiendo del escenario”.
León se encontró con Breedlove cuando buscaba la herramienta correcta para tocar en el escenario con Iorio.
“Estaba buscando una guitarra de calidad y tuve la suerte suficiente para probar todos los tipos de guitarra, algunas bastante legendarias. Pero cuando probé una Breedlove por primera vez, me enamoré rápidamente. Inmediatamente noté la diferencia. Su comodidad y dinámica, su sonido y belleza, la hacen muy especial. Es una guitarra con la que uno se siente perfectamente conectado, que te permite fluir con facilidad y musicalidad”.
Argentina, en los pies del continente, yace debajo de la enorme selva amazónica, pero León dice que siempre está consciente del medio ambiente y su conexión con él.
“La naturaleza nos ha dado instrumentos maravillosos. A cambio, debemos aprender a cuidar de ella”.